Una tragedia sin precedentes sacudió a la República Dominicana el día de ayer, cuando la famosa discoteca Jet Set, ubicada en Santo Domingo, se desplomó durante un concurrido concierto de merengue, dejando al menos 113 muertos y más de 255 heridos.
Entre las víctimas fatales se encuentran figuras de renombre como el ícono del merengue Rubby Pérez, quien minutos antes del derrumbe ofrecía un vibrante espectáculo, y el exlanzador de Grandes Ligas Octavio Dotel.
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Familiares desesperados se han congregado en hospitales e instituciones forenses en busca de sus seres queridos.
También se confirmó la muerte del pelotero Tony Enrique Blanco Cabrera, el saxofonista Luis Solís, un capitán del Ejército, y tres empleados del Grupo Popular, incluido el presidente de AFP Popular Bank.
Las autoridades continúan las labores de rescate más de 24 horas después del desastre. “Mientras haya personas desaparecidas, estaremos aquí”, declaró Juan Manuel Méndez, director de operaciones de emergencia. Hasta el momento, solo han sido identificadas 32 víctimas.
Familiares desesperados se han congregado en hospitales e instituciones forenses en busca de sus seres queridos.
“He visitado varios hospitales y aún no la encuentro”, dijo Deysi Suriel, quien busca a su amiga Milca Curiel. Entre los desaparecidos también está el artista Osiris Blanc, de 45 años.
Se desconocen las causas del colapso. Las autoridades no han informado cuándo fue la última inspección del edificio. Jet Set afirmó estar colaborando con la investigación, mientras entidades oficiales evaden preguntas sobre el mantenimiento del local.
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